lunes, 1 de abril de 2024

El consumismo

Es sabido que vivimos en una época donde el consumismo nos ataca continuamente, entra en nuestras casas de forma impune, en nuestros teléfonos, en las carreteras mientras vamos a gozar de unas vacaciones para relajarnos del estrés diario. Es un vendaval que arrasa el libre pensamiento recordándonos cosas como que ser feliz pasa por consumir como energúmenos. Que si personalizar tu piso con muebles de Ikea, que si llenar tu coche de idioteces que no sirven para nada, que si... Pero prefiero no extenderme más en el tema porque ya existe un libro y un film titulados El club de la lucha que tratan muy bien el tema. De lo que sí voy a hablar es de como cada vez más esto afecta a aquello a lo que tenemos más aprecio. Yo, por ejemplo, me considero un gran amante de la música, de la lectura (especialmente del cómic, en muchas ocasiones más ameno y entretenido que muchos libros), y del cine, el cual, al menos el comercial, ha caído en un pozo de mediocridad difícil de superar que creo como mínimo digno de mención, ya que de un tiempo a esta parte Hollywood está tirando única y exclusivamente de remakes de forma tan exagerada que llega a parecerme aberrante (vamos, lo mismo que pasa por ejemplo en la música con los triunfitos y cía.), y lo más preocupante es que cedemos con total normalidad ante tal timo. No cabe duda de que la industria del arte se ha convertido en una "fabrica de hacer dinero" pura y dura que renuncia a la creación, que es lo que hace del arte algo único, y centra todos los esfuerzos en copiar éxitos pasados acompañándolos de una ambiciosa campaña de marketing. Y si no que alguien me explique qué otra necesidad hay en hacer un remake de una de las cumbres de la ciencia-ficción, como es Ultimatum a la tierra.

Hola-funciono-con-tecnologia-HD-y-llevo-blu-ray-incorporado

Sobre la calidad de los remakes, que esto da para otro artículo, mejor no hablar demasiado, ya que nos ofrecen poco más que un montón de efectos digitales y escenas que se olvidan con la misma velocidad con la que han sido elaboradas. Vamos, que ni copiando logran traspasar ni un ápice de las sensaciones de las originales. Aunque, bien pensado tampoco es ése su fin... Ahí estan bodrios del calibre de La Matanza de Texas 2003, La profecía (2006), Soy leyenda y los innumerables remakes de películas de terror asiáticas. Y eso por no hablar de las trilogias, tetralogias y...en definitiva, inacabables e inabarcables sagas como Saw, Jarri Potter, Las cronicas de Narnia o las nuevas de Star Wars, las cuales es imposible ver más allá de un producto con tantas cualidades artísticas como un disco de Los Rebujitos. Al menos ahí está Pixar y alguna buena pelicula que cae muy de vez en cuando.

Y esto sigue cada vez con más descaro mientras el público acepta y entra en este juego, seguramente arrastrados por la misma conducta gregaria que les lleva a seguir las hazañas del pánfilo de Fernando Alonso, aunque nunca les hubiera interesado la Fórmula 1, van de compras cada fin de semana en busca del modelito de moda de turno, o se pillan el último iPhone. Pero anteponerse a esto es absurdo, y, al fin y al cabo, una batalla perdida desde el principio. Y eso es lo jodido, que es toda esta mierda la que tiene el poder y controla nuestra vida desde hace tiempo.

No hay comentarios: