-Eh payo, has leído éste -me dice.
-¿Cuál?
-la casta de los Metabarones -dice, motivado.
-pues...no. Pero me suena... -nunca está de más no quedar como un ignorante, puede que sea un cómic importante, de hecho suena como si lo fuera.
-de Jodorowsky -parece como si él tampoco se lo hubiera leído, además, es raro que él se lea algo que esté en la sección de comics underground, la cual nunca pisa a no ser que, casualmente, venga conmigo. Seguramente alguien lo habrá leído y le habrá comentado, o simplemente le llama la atención el título y la cubierta.
-mira, están reeditando Odio, podrias pillarte un volumen, cada volumen contiene varios números, y...
-a ti te va el rollo, "pulp" -me interrumpe sin prestar atención al comic que le estoy mostrando.
-uf, no entiendo mucho de términos...pero cuenta cosas que me tocan de cerca.
-yo el cómic lo quiero para olvidarme de todo, para saber sobre la vida ya tengo el día a día
-me quedo callado y pensativo. Puede que tenga razón, o puede que no, pero en boca de un tipo menudo, de aspecto desaliñado, gafas y camiseta negra con un dibujo enorme de Venom, suena muy profundo. A mí no se me ocurre nada mejor que decir, así que me callo, ojeo un comic de Adrian Tomine, miro la salida, y lo dejo en el sitio (prefiero dejar la compra para otro día porque estoy sin blanca). Ahora toca cafeteria friki. Un lugar donde además de tomarte una cerveza también puedes jugar a rol o hablar de cosas muy frikis.
-¿Qué querréis? -se acerca la camarera, una chica de aspecto juvenil, a nuestra mesa para tomarnos nota.
-Cerveza -responde Félix -¿tú? -dice mirándome a mí
-¿clarita?
-umh...vale.
-una clara y una cerveza, marchando...
-la camarera toma nota de memoria.
Nota: este relato fue escrito en el 2005. Nunca continuó.
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